Y su amor hoy se derrama más que nunca

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viernes, 17 de septiembre de 2010

El encuentro con la Señora

"No te desanimes. Yo nunca te dejaré. Mi Inmaculado Corazón será tu refugio y el camino que te conducirá hasta Dios".





Ella le ofreció un cuaderno azul, con las hojas en blanco.
- Escribe: un guerrero de la luz presta atención a los ojos de un niño. Porque ellos saben ver el mundo sin amargura. Cuando él desea saber si la persona que está a su lado es digna de confianza, procura verla como lo haría un niño.
- ¿Qué es un guerrero de la luz?
- Tú lo sabes - respondió ella, sonriendo -. Es aquel que es capaz de entender el milagro de la vida, luchar hasta el final por algo en lo que cree, y entonces, escuchar las campanas que el mar hace sonar en su lecho.
Él jamás se había creído un guerrero de la luz. La mujer pareció adivinar su pensamiento.
- Todos son capaces de esto. Y nadie se considera un guerrero de la luz, aun cuando todos lo sean.
Él miró las páginas del cuaderno. La mujer sonrió de nuevo.
            - Escribe sobre el guerrero - le dijo.